miércoles, 4 de enero de 2012

¿Recorte de efectivos o calidad en Sanidad?



Como regalo de Reyes nuestro gobierno ha mostrado su verdadera intención hacia los empleados públicos: recortarles el sueldo como medida de ahorro tras los gastazos y despilfarros de los años de bonanza y corruptelas.

Esta mañana la Generalitat anuncia recortes de jornada y sueldo para los interinos hasta dejarla en 25 horas semanales. En Sanitat se mantiene congelados miles de complementos por desarrollo profesional congelados sino que van más allá y deciden reducirlo en un 50% a aquellos que lo consiguieron como derecho salarial, lo que supone un recorte de entre un 12 y un 15% de las nóminas.

Con ello los que nos administran pretenden conseguir un ahorro de 1000 millones al año. Los sobrecostes de la Ciudad de las Ciencias ascendieron a 4.633 millones y muchas otras empresas públicas se han llevado por delante otros tantos en los últimos años.

 Dicen que la medida será durante dos años pero mucho nos tememos que si la maquinaria administrativa y sanitaria funciona casi sin tornillos ni tuercas, decidan luego que así ya estamos bien pagados.

En el sector administrativo existe compañeras/os que apenas llegan a los 950 euros al mes. Con el incremento del IRPF anunciado por el gobierno central y con el “recortazo” aplicado la Generalitat el sueldo puede dejar fácilmente en 800 euros muchas nóminas del grupo D, que asume cada día, sin rechistar y a sabiendas de nuestros directores, funciones muy por encima de su categoría profesional.

Con el recorte de horas en la mayoría de la plantilla y el recorte salarial del resto no llegamos a comprender cómo va a mantenerse la calidad del servicio público que prestamos que a veces parece un milagro. Un servicio directo a enfermos que vamos a cumplir como hasta ahora: casi por solidaridad con las personas. Tal vez sea el principio de convertir nuestra sanidad en una especie de ONG que trabaje por lástima hacia sus usuarios. Tal vez nosotros estamos dispuestos a trabajar en estas condiciones pero nuestras familias tienen que seguir comiendo y no es justo la insolidaria medida sobre aquellos que cada día “damos el cayo” en la Sanidad Pública.

Es momento y ocasión para que los sindicatos muestren y demuestren qué pueden hacer por nosotros, aunque mucho nos tememos que a estas alturas del mercadeo de intereses sea muy poco. Lo primero que han dicho es que “el Consell no tiene ganas de negociar”, el Consell pide “comprensión” pero lo cierto es que la crisis no ha sido causada por este sector de la sociedad que sostiene muchas economías domésticas de forma humilde, que trabaja por una Sanidad Pública de Calidad.